Nueva York. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, rindió homenaje el viernes a los pioneros de la causa LGBT+ junto a la leyenda de la música británica Elton John, que interpretó sus éxitos durante la inauguración de un sitio histórico en Nueva York para celebrar los «disturbios de Stonewall» de 1969.
Luciendo más ágil que en el debate del jueves frente a su rival electoral, el republicano Donald Trump, el mandatario de 81 años exaltó a quienes se rebelaron el 28 de junio de 1969 contra una redada policial en el bar gay Stonewall Inn del barrio Greenwich Village, un momento fundacional en la lucha por los derechos de la comunidad LGBT+.
«Ustedes marcaron un punto de inflexión para los derechos civiles en Estados Unidos e inspiraron los corazones de millones de personas en todo el mundo. Hasta el día de hoy, Stonewall sigue siendo un símbolo de un legado de liderazgo para la comunidad LGBT+, especialmente las mujeres trans de color», dijo.
«Seguimos en una batalla por el alma de Estados Unidos», añadió Biden, antes de presentar a John en el escenario.
Las seis noches de disturbios en Stonewall marcaron el nacimiento del movimiento moderno por los derechos LGBT+. A raíz de ello nació el llamado Mes del Orgullo.
El bar todavía existe y en 2016 fue designado monumento nacional por el ex presidente Barack Obama (2009-2017). Este viernes fue inaugurado un pequeño museo gratuito donde los visitantes pueden conocer la historia del lugar.
«Así como los estadunidenses visitan el Salón de la Independencia, la Campana de la Libertad o la Estatua de la Libertad para abrazar la historia de nuestro país, ahora podemos rendir homenaje a un lugar donde comenzamos a luchar por nuestra libertad, nuestros derechos y nuestra igualdad», dijo Mark Segal, quien participó de la revuelta de Stonewall.
Elton John, un ícono de la LGBT+, dijo a los asistentes: «El trabajo no está hecho».
El músico, de 77 años, concluyó el año pasado una triunfal gira de despedida, pero el viernes volvió para ofrecer a los invitados un breve recital.
Dedicó el clásico Don’t Let the Sun Go Down on Me a su amigo Larry Kramer, uno de los cofundadores de la organización Act Up, y a «todas las personas LGBT+ que nos han precedido y han allanado el camino para que estemos aquí hoy».