Entre la inclusión y la diversidad, se inauguran Juegos Paralímpicos

Apenas unas semanas después de albergar los Juegos Olímpicos, París dio inicio al último capítulo de su verano deportivo con la ceremonia de apertura de los Paralímpicos.

Con su desbordante esencia cul-tural e histórica, la Plaza de la Concordia abrigó la innovadora y majestuosa apertura, marcada por la inclusión y la diversidad.

El singular espectáculo se desarrolló en un escenario instalado alrededor del obelisco de la emblemática plaza y comenzó con la danza de 140 bailarines convencionales y otros 16 discapacidados, ataviados con los tonos azul, rojo y blanco de la bandera francesa. El acceso para los atletas en sillas de ruedas fue facilitado por rampas de asfalto a lo largo de la avenida.

Los organizadores cumplieron con lo prometido: una ceremonia espectacular. Volvió a rebasar los confines de un estadio y, a diferencia de los Olímpicos, que incluyeron un desfile en barco por el río Sena, la inauguración de los Paralímpicos fue en tierra firme.

Ante la mirada del mandatario francés, Emmanuel Macron, y del presidente del Comité Paralímpico Internacional, Andrew Parsons, aviones caza surcaron los cielos de la ciudad, dejando vapores con los colores rojo, azul y blanco. Acto seguido, las delegaciones ingresaron en la plaza en orden alfabético.

Los Juegos mostrarán lo que pueden lograr las personas con discapacidad y la forma en la que retiraron barreras para tener éxito, afirmó Parsons en su discurso. El hecho de que estas oportunidades existan es una prueba de que podemos y debemos hacer más para avanzar en la inclusión, ya sea en la cancha, en el aula, en las salas de conciertos o en la junta directiva de una empresa.

México dejó huella. Con banderas, sombreros de charro, gabanes y hasta máscaras de luchadores, nuestros deportistas se hicieron presentes, abanderados por Fabiola Ramírez y Salvador Hernández.

Como sucedió en los juegos con-vencionales, el contingente nacio-nal fue de los más ruidosos y alegres. Con su uniforme blanco y rosa, los tricolores hicieron sonar fuerte el ¡Viva México!, al tiempo que entonaban Cielito lindo.

Cinco atletas paralímpicos franceses encendieron el pebetero, diseñado para lucir como un globo aerostático y emitir un fulgor dorado en la noche.

Hasta el momento, se han vendido más de 2 millones de boletos para las competencias. Hay expectativas para que los mexicanos sumen hoy las primeras preseas en las disciplinas de taekwondo, tenis de mesa y ciclismo en pista.

Los atletas se agrupan por niveles de discapacidad para garantizar la mayor igualdad posible. Sólo dos de los deportes del programa, golbol y boccia, no tienen equivalente olímpico.