López Obrador pide que “haya arreglo” pronto y dice que prefiere no opinar sobre la conducción de Rodríguez Mondragón, que retrasa su posible salida hasta el lunes
La sesión de este jueves en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) desató la crisis. Sorpresivamente uno de magistrados solicitó incluir en la agenda del día la permanencia del presidente del órgano, Reyes Rodríguez Mondragón. A esa petición se sumaron otros dos de los cinco miembros del tribunal, bajo la idea de que habían perdido la confianza en su conducción. A seis meses de las elecciones más grandes de la historia de México, Rodríguez Mondragón se negó a dejar su cargo en ese momento, pidió tiempo hasta el lunes para tomar una decisión y barajó la posibilidad de llevar el asunto a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. De momento, la situación ha quedado en suspenso hasta el próximo lunes, cuando vuelvan a sesionar. El presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha pedido que “haya arreglo” pronto aunque señaló que era “mejor no opinar” sobre la solicitud de renuncia.
La sesión que se llevó a cabo el jueves en el Tribunal Electoral estaba prevista inicialmente para el miércoles. En la transmisión en vivo, que se publica en las redes sociales, se pudo ver al magistrado Felipe Fuentes tomar la palabra para pedir que en el orden del día se incluya la posible salida de Rodríguez Mondragón. “No puede estar al frente de este Tribunal si no cuenta con el consenso y el apoyo de sus colegas”, dijo. “Señor presidente,dé un paso a un lado y regrese a ser digno integrante de este pleno”, le solicitó la magistrada Mónica Soto. Luego del pedido de sus compañeros, que el presidente se rehusó a responder, los cinco miembros se fueron a un receso. Tanto Rodríguez Mondragón, como la magistrada Janine Otálora, que se mostró contra la jugada, no volvieron a la sesión, por lo que quedó diferida hasta el próximo lunes por falta de quórum.
“Por respeto a la institución y a mi mandato como jueza constitucional me retiré de la sesión del Tribunal Electoral al no haber condiciones para dialogar. Confío en que las magistraturas estarán a la altura que un país con dinámicas democráticas”, publicó Otálora la noche del jueves en la red social X. Entre las cosas que Fuentes, junto a los magistrados Soto y Felipe de la Mata, le reclaman al presidente del tribunal están la injustificada contratación personas en el último tiempo y la intervención de un despacho privado de abogados en el Tribunal.
La crisis en el máximo órgano judicial en temas electorales no llega sin un trasfondo político. La difusión de una foto que retrata una reciente cena supuestamente entre la magistrada Soto y el diputado Sergio Gutiérrez Luna, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), desataron las teorías sobre una posible estrategia política para desplazar a Rodríguez Mondragón y poner al frente del Tribunal a alguien más amigable con el actual Ejecutivo. Pero el presidente del órgano descartó esa teoría la tarde del jueves. “¿Cree que hay injerencia del Gobierno federal?”, le pregunta un reportero. “No”, responde contundentemente.
Las costuras de la estabilidad del Tribunal ya habían comenzado a zafarse desde hace unos días. Rodríguez Mondragón tenía que presenta el pasado 4 de diciembre su informe de actividades ante el Pleno de la Suprema Corte y los consejeros de la Judicatura del Poder Judicial. A esa sesión no asistieron los tres magistrados que luego pidieron su renuncia. Las tensiones ya en esos días iban al alza. En septiembre de este año, el presidente del órgano judicial reconoció en entrevista con este periódico que la independencia del tribunal “ha pasado por momentos críticos” durante la Administración de López Obrador. Aunque aseguró: “El tribunal es una institución sólida, independiente, imparcial, que tiene cierta estabilidad y que, a pesar de esos momentos críticos, hemos podido arbitrar procesos electorales”.
Rodríguez Mondragón llegó al cargo en agosto de 2021 después de que la mayoría de los magistrados de la Sala Superior destituyera al entonces presidente del órgano, José Luis Vargas, por vulnerar los “principios y deberes” propios de su cargo y cometer “abusos” durante su gestión. Vargas se fue entre acusaciones e investigaciones judiciales por enriquecimiento ilícito. Más de dos años después y a seis meses de que México acuda a las urnas en la que será la elección más grande de su historia, el órgano encargado de las decisiones que lleven a que el juego electoral sea limpio se tambalea otra vez.