Norma Ramos Escobar, historiadora, en el Día Internacional de la Mujer

Hay que pensarnos de forma diferente, no como la sociedad quiere pensarnos

A veces piensan que las que estamos en el feminismo, en esta lucha, somos muy tristes, amargadas o dejadas, nos han dicho y etiquetado de muchas formas, pero creo que también hay que entrarles a estos temas desde lo que somos y en este caso, yo soy académica, soy madre. Me vestí de super heroína, es la primera vez que me disfrazo, no me gusta, pero cuando vi este traje, como soy historiadora, me sentí como gladiadora, como si me fueran a aventar a los leones: una metáfora de este mundo en el que vivimos, muy complicado; sobre todo para las que ya lo vemos desde el lado del privilegio, porque yo pude estudiar hasta el doctorado, pero no todas pueden hacerlo.  Por eso decidí estudiar sobre las mujeres, pero mi tema no sólo es hablar de ellas, sino de las mujeres en la historia, visibilizar su presencia, sobre todo la de las niñas. He escrito libros, artículos, llevo unos 20 años escribiendo, investigando sobre el tema. Estas fotos son también romper el canon de la academia, es otra forma de denuncia: no tenemos que ser heroínas -aunque también se nos ha etiquetado de que somos las súper mujeres- yo estoy criando un hijo de cuatro años, lo tuve a los 45 años, tomé decisión sobre mi propio cuerpo hasta donde yo quise; es el único que tendré y que quiero tener. Lo importante es que un día una niña me vea y le mueva mi ejemplo, en el sentido de que no tienes que ser la mujer tradicional que todo el mundo espera, a las mujeres nos faltan referentes para mirarnos, por eso nos vemos como los libros de texto nos ven: como enfermeras, secretarias, amas de casa, ¡ya basta! Hay que vernos como científicas, yo tengo una carrera científica dedicada a la historia de la educación. Un día me dijeron es que de historiadora me iba a morir de hambre, nunca me he muerto de hambre, porque también toqué un tema de investigación que casi nadie toca y me preguntan:“¿cómo hubo mujeres en la investigación’”, sí, ¡vamos a ver qué estaban haciendo las mujeres mientras  los hombres decían que iban a la guerra! Las mujeres también iban a la guerra, pero de otra forma. En este caso yo elegí a la educación para visibilizar a las mujeres y las formas en que se les educa: esperan que estemos guardadas, si a nuestras abuelas les daban clases de cocina y de bordado, por eso lavamos muy bien los trastes, desde los ocho años las niñas están lavando trastes, lavando su uniforme, se me hace indignante. Cuando vemos que las niñas desertan de los estudios es porque tienen que lavar la ropa de sus hermanos, la suya, que tienen que ayudar a la mamá a hacer de comer. Invertimos muchas horas para que cuando seamos adultas digan “es natural”, ¡No, no es natural!  Se espera que saquemos adelante una casa, una carrera, también tenemos derecho al descanso, a la diversión, como ahorita. Visibilizamos que ser hombre y mujer es una construcción cultural, no tengo bronca en que algunas mujeres quieran seguir esas construcciones, pero hay que atrevernos a vernos de una forma distinta.

En el marco del #8M El Centro de Derechos Humanos Samuel Ruiz A.C. presenta:

Mujeres de Carne y Hueso, Heroínas de lo ordinario. Sesión fotográfica con outfit de personajes inspirados en Comics, caricaturas tradicionales, series de Marvel, Warner Bros y más.

Fotografías cortesía de Dante Gamboa, Hugo Ulloa, Emma Aguado y Ricardo Sánchez

Texto de Emma Aguado