Guatemala elige este domingo entre la vieja política conservadora y la esperanza de cambio

Se oponen la candidata de la Unidad Nacional de la Esperanza, Sandra Torres, y el del Movimiento Semilla, Bernardo Arévalo de León

Guatemala elige este domingo a su futuro presidente para los próximos cuatro años en los que tendrá que resolver los problemas estructurales como la inseguridad, que provoca más de 3.000 homicidios al año, o la pobreza y extrema pobreza que afecta a seis de cada diez personas. La candidata de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Sandra Torres, intentará por tercera vez consecutiva convertirse en la primera mujer en presidir el país centroamericano. Se enfrentará al candidato del Movimiento Semilla, Bernardo Arévalo de Leónque fue la gran sorpresa de la primera vuelta de las elecciones celebradas el 25 de junio al quedar en segundo lugar cuando ninguna encuesta lo situaba en puestos de cabeza. Torres, quien fue la primera dama en el Gobierno de Álvaro Colom (2008-2012) representa a la vieja política conservadora que ha basado su campaña en oponerse al aborto, al matrimonio entre personas del mismo sexo y a la «ideología de género», así como a defender la libertad religiosa y la libre empresa prometiendo todo tipo de bonos económicos para la población. Por su parte, Arévalo de León fue en los últimos cuatros años diputado de Semilla en el Congreso y es hijo del expresidente de Guatemala Juan José Arévalo (1945-1951). Centró su campaña en su promesa de sacar a Guatemala del «pantano de la corrupción» y en convencer a la población de que es la única esperanza de «cambiar la historia» y conseguir la nueva ‘primavera’ en alusión al periodo de progreso social iniciado por su padre, quien fue el primer presidente democrático tras décadas de gobiernos militares.

Ambos candidatos solamente se han enfrentado una vez en un debate presidencial en el que pudieron contrastar sus programas de gobierno que aplicarán a partir del 14 de enero de 2024 cuando el nuevo presidente asuma el poder en sustitución del actual mandatario, Alejandro Giammattei.

INSEGURIDAD

Uno de los principales problemas que afectan a Guatemala es la inseguridad, debido a las extorsiones y asesinatos cometidos por las pandillas Barrio 18 y Mara Salvatrucha que se suman a los asaltos violentos diarios que sufre la población. Para combatirlo, Arévalo de León plantea «recuperar el control de las calles y los territorios que hoy están en manos de los criminales con 12.000 nuevos policías, recuperar el control de las cárceles y utilizar herramientas de inteligencia para anticiparse a la delincuencia». El candidato de Semilla insiste en que buena culpa de que exista tanta inseguridad en el país es de la corrupción, porque «los criminales pueden comprar funcionarios, jueces, policías y militares para poder hacer su trabajo».

Torres promete elevar hasta 70.000 las plazas de policías, así como declarar terroristas a los extorsionistas, militarizar e intervenir las cárceles y sacar a las calles fuerzas combinadas de policía y ejército para «darle seguridad a toda la población». La candidata también se compromete a «poner a trabajar a los presos», así como invertir en tecnología para tener el «control de todo y eliminar el miedo en las calles».

POBREZA

La pobreza y extrema pobreza provoca que dos de cada tres niños menores de cinco años en Guatemala sufran desnutrición crónica, hasta el punto de que, en 2023, ya han fallecido 23 menores de hambre. Esta situación genera que miles de personas opten por la migración irregular, sobre todo, hacia EEUU. En este sentido, Bernardo Arévalo aboga por «aumentar la productividad» en aquellas zonas que «han sido abandonadas porque a los gobiernos anteriores no les ha interesado llevar ahí carreteras y servicios».

Asimismo, promete transferencias económicas condicionadas a 500.000 hogares, así como créditos con una tasa del 5 por ciento para nuevos emprendedores y la creación de un millón de empleos temporales en los próximos cuatro años para la construcción de infraestructura pública.