El gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro Quintero informó la muerte de una persona debido a las ráfagas provocadas por el huracán Lidia.
Explicó que la muerte ocurrió en el kilómetro 13 de la carretera de Punta de Mita, en Bahía de Banderas, cuando un árbol cayó sobre un vehículo provocando el deceso del conductor.
“Hasta el momento es la única muerte a causa del paso del meteoro”, señaló, y destacó que dio instrucciones a la Secretaría de Seguridad Ciudadana para apoyar a los deudos de esta persona.
Agregó que se registran varios cortes de energía eléctrica en Bahía de Banderas y la costa sur de Compostela, así como obstrucciones por árboles caídos sobre la carretera federal 200, y en algunos caminos de Tecuala.
Las fuertes lluvias aparejadas al huracán Lidia, que a las 21 horas se había degradado a depresión tropical y se encontraba tierra adentro de Jalisco avanzando hacia el norte, generaron el desborde del río Coajinque y los arroyos el Cangrejo, el Salado y el Cristiano, en Autlán de Navarro, a unos 150 kilómetros al sur oriente del municipio de Cabo Corrientes por donde el ojo de la tormenta tocó tierra.
Hace dos semanas el desborde del arroyo del Cangrejo provocó la muerte de al menos 9 personas -una más sigue sin ser localizada- tras una lluvia que hizo que el agua bajara de la sierra y, debido a la erosión del suelo ante incendios forestales y apertura de nuevas tierras de cultivo sobre todo de agave, arrastrara un alud de piedras, basura y lodo entre los que se encontró a las víctimas.
Ahora, al parecer debido a que no hubo desazolve pese a lo ocurrido, los desbordes de cauces hicieron que en la cabecera municipal de Autlán las inundaciones se extendieran por toda la ciudad, incluyendo el hospital regional, varios negocios, además de arrastre de vehículos aún por cuantificar. No se reportó daño a la población.
En Tomatlán, municipio aledaño a Cabo Corrientes, las autoridades alertaron a la población para que sacara cualquier pertenencia y se alejara del cauce del río Tomatlán, por el cual bajó el agua que desde las 9.30 horas comenzó a verterse de la presa Cajón de Peñas -la más grande de Jalisco con más de 3 mil hectáreas de superficie- a un ritmo de 300 metros cúbicos por segundo, en previsión por las fuertes lluvias y la capacidad llena del embalse.
En Cihuatlán, municipio costero colindante con el estado de Colima y donde es muy común que haya graves afectaciones por huracanes, la lejanía con el lugar de impacto de Lidia evitó el desborde de arroyos como El Pedregal que llegó a un máximo del 40 por ciento de su capacidad o del río Marabasco, que subió al 35 por ciento. Sin embargo no se descartaba que en las siguientes horas pudiera incrementarse el caudal, ante las lluvias en la zona serrana.
En términos generales, la Secretaría de la Defensa Nacional, que desplegó al menos a 3 mil oficiales para apoyar a la población más unos mil más de la Guardia Nacional, reportó casi a las 10 de la noche que no tenía reportes de gravedad ni de afectación a la vida de la población.