Opinión de Andrea Bárcena
¿Sin Dios hay milagros y esperanzas? ¿Pueden los humanos ser su propia fuente de felicidad y fortalezas? La violencia de Otis contra Acapulco no fue castigo divino; tampoco será milagro la recuperación del paraíso guerrerense. Son la acción y la inacción humanas lo que producen cielos o infiernos. Acapulco siempre fue un paraíso con sus propios infiernos.
“El infierno de los vivos no es algo que será –escribió Ítalo Calvino– hay uno, es aquél que existe ya aquí, el infierno que habitamos, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de no distinguirlo. La segunda es peligrosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar y darle espacio”. Para Sartre el infierno son los otros
. Pero aquí en México estamos aprendiendo que otro infierno es el rencor y la imposibilidad de perdonar y amar a los otros.
Si Dios no existe, todo está permitido
, dijo Dostoievsky en boca de Iván Karamazov. También se preguntaba si Dios creó al hombre o si el hombre creó a Dios. De ahí quizá surgió la idea –atribuida a Voltaire– de que Si Dios no existiera habría que inventarlo
. Nietzsche, por su parte, proclamó: Dios ha muerto y nosotros lo hemos matado
.
Cuando le preguntaban a Einstein si creía en Dios, respondía que creía en el Dios de Spinoza: Un Dios que se muestra a través del orden y la armonía de las leyes universales
: Dios no es todo: Todo es Dios. Durante el debate sobre los postulados de la física cuántica y el poder del azar, Einstein exclamó: Dios no juega a los dados
. A lo que el físico Bohr le respondió Deja de decirle a Dios lo que tiene que hacer
. Años después el astrofísico Stephen Hawking afirmó: Dios no sólo juega a los dados, sino que a veces los lanza donde nadie los puede ver
, reafirmó así la importancia del azar en el Universo.
Corolario: Educar exige el desarrollo de un pensar científico que crea más en causas que en casualidades. Hay que hablar a los niños de la muerte, del bien y del mal como parte de la naturaleza humana. La niñez debe ser prioridad en Guerrero, en Gaza, en Ucrania y en todo el planeta. Más ciencia, más poesía, más amor.
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