Infancia y sociedad

Opinión de Andrea Bárcena ¿Sin Dios hay milagros y esperanzas? ¿Pueden los humanos ser su propia fuente de felicidad y fortalezas? La violencia de Otis contra Acapulco no fue castigo divino; tampoco será milagro la recuperación del paraíso guerrerense. Son la acción y la inacción humanas lo que producen cielos o infiernos. Acapulco siempre fue un paraíso…