Opinión de Tello Ponce de León
Pasaron de decirles; «pónganse a chambear huevones» a quienes se manifestaban, a manifestarse.
Primero marcharon en sus lujosos vehículos para dejar claro que «hay niveles», pero no soportaron las burlas, y dejaron las marchas de sus camionetas atrás. Ahora gastan bloqueador solar, usan sus sombreros de pueblo mágico, se visten de blanco y de rosa.
Caminan y se asolean, así como las personas de izquierda lo hacen a diario. Así como lo hacen desde hace décadas, las personas que tanto critican y repudian.
Yo me alegro porque ahora no hay violencia en las marchas. Atrás quedaron las imágenes de granaderos golpeando ciudadanos. Parecen lejanas las imágenes de viejitos y estudiantes ensangrentados entre el gas lacrimógeno. Ya no hay fallecidos ni desaparecidos. Esa es la principal diferencia.
Tienen toda la libertad de gritar; ¡Dictadura!, a los 4 vientos. Tienen la libertad de mandar a hacer lonas, insultar al presidente y ocupar espacios publicos, para decir que no tienen libertad.
Se negaron a ver las injusticias durante décadas. No estuvieron ahí cuando desaparecieron estudiantes. Estaban en sus casas cuando privatizaron las empresas del país. Guardaron silencio cuando devaluaron la moneda.
Y ahora, que llega un hombre a fortalecer la moneda, se manifiestan. Ahora que se respeta a los los manifestantes, se manifiestan. Ahora que llega un hombre a repartir entre los más necesitados lo que antes se robaban, se indignan y gritan ¡Dictadura!.
Mientras tanto, el pueblo, que los supera tres a uno, observa y se burla desde sus casas. El pueblo organizado que tiene certeza de su siguiente victoria, aguarda desde sus hogares, sin prisa alguna.
El pueblo que esperó décadas para llegar a ser representado, puede esperar unos meses más. El domingo 2 de junio de 2024, el pueblo les mostrará la fuerza de este movimiento llamado cuarta transformación. El domingo 2 de junio sabrán que no nos llegan ni a los talones, y que les quedan varias décadas, marchando a la sombra de la izquierda. Así, así como tanto lo criticaban.
-Tello Ponce de León.