Pueblo Wixárika exige celeridad y protección de Wirikuta.

Wirikuta rumbo a la sentencia judicial

Por Sofía García Minjarez

El juicio de amparo interpuesto por el pueblo Wixárika en 2011 en contra del estado mexicano por el otorgamiento de 78 concesiones en el lugar sagrado de Wirikuta está próximo a su resolución después de 13 años de litigo.

Entre las empresas mineras beneficiadas con las concesiones se encuentran las empresas nacionales y extranjeras First Majestic Silver Corp, Minera Real Bonanza, Minera Real de Catorce y Revolution Resources, entre otras.

La demanda exige la observancia de los Tratados Internacionales como el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, en su apartado de pueblos indígenas y tribales, y la misma Constitución Mexicana, en sus artículos 1° y 2°, establecen que se debe garantizar y proteger los derechos del pueblo Wixárika y sus derechos de uso ancestral de espacios como Wirikuta.

Actualmente, existe una suspensión total de actividades dentro del territorio sagrado de Wirikuta, misma que fue otorgada posterior al peritaje tradicional realizado por todo el pueblo wixárika en el Cerro del Quemado en febrero del 2012, y con lo cual se mantiene detenida toda acción y exploración minera hasta que no se resuelva el fondo del asunto.

Wirikuta la zona en controversia abarca los municipios de Real de Catorce, Charcas, Vanegas, Villa de Guadalupe, Villa de la Paz, en el estado de San Luis Potosí, México. Forma parte del desierto chihuahuense y es hogar de flora y fauna endémica enlistadas en la NOM-059-SEMARNAT-2010 de Protección Ambiental.

Por su parte el pueblo Wixárika se encuentra en la Sierra Madre Occidental en los estados de Jalisco, Durango y Nayarit. La destrucción de Wirikuta afectaría a por lo menos 44 mil habitantes wixaritari de acuerdo al INEGI 2010, así mismo, a los propios habitantes de Wirikuta y otros pueblos originarios que comparte el uso ancestral de Wirikuta. 

Además de las afectaciones espirituales y físicas, están también las que afectan el tejido social, ya que la instalación de las mineras ha contrapuesto a los habitantes del Altiplano Potosino y a los wixaritari, si bien ellos son dueños del territorio, el pueblo wixárika mantiene un derecho ancestral sobre el mismo, en este contexto el pueblo Wixárika reitera su respeto a la propiedad de habitantes de la zona y reitera su interés en mantener y proteger este lugar sagrado.