Las casillas empiezan a cerrar a través de Estados Unidos, pero con la expectativa de que los márgenes serán escuetos en estados claves, los resultados de la contienda por la presidencia podrían tardar un día o hasta más mientras que algunos operadores republicanos, como era su plan, ya están acusando fraude en algunos lugares y sus aliados amenazan con violencia.
Las primeras encuestas a boca de casilla de la agencia Ap, con 110 mil votantes, revelaron que quienes emitieron su voto por la candidata demócrata Kamala Harris identificaron como su mayor motivación el futuro de la democracia en el país, mientras aquellos que votaron por el candidato republicano Donald Trump consideraban la inflación y la migración como los temas prioritarios -con una mitad de ellos expresando preocupación por la situación en la frontera con México. Otros temas, incluyendo el derecho al aborto, servicios de salud y el medio ambiente, fueron secundarios.
Los dos candidatos principales a la presidencia no realizaron más mítines, pero sí enviaron mensajes, hicieron llamadas e hicieron los comentarios esperados a los medios.
La candidata demócrata y vicepresidenta del país, Kamala Harris visitó la sede del Partido Demócrata en Washington la mañana de este martes para agradecerles su labor y animarlos a continuar con el último empujón a votantes para que acudieran a sus casillas. Harris, quien es de California, ya envío su voto remoto por correo desde esta capital hace semanas y permaneció en la residencia oficial de la vicepresidencia durante el día, para después llegar a su alma mater, la Universidad Howard, donde esperará los resultados con su equipo y simpatizantes esta noche.
El ex presidente Donald Trump, candidato republicano, y su esposa inmigrante Melania depositaron sus votos en una casilla en Palm Beach, Florida, cerca de su mansión/club Mar-a-Lago donde permaneció en espera de los resultados. En comentarios al votar, Trump dijo que estaba recibiendo informes de una alta participación en zonas republicanas del país y expresó su confianza en que sería el triunfador. Preguntado por un reportero si esta dispuesto a aceptar los resultados -ha evitado comprometerse a esta regla básica de una contienda- respondió que sí, “si es una elección imparcial. Hasta ahora ha sido imparcial”.
Sin embargo, los operadores de Trump han lanzado un magno esfuerzo nacional para sembrar dudas sobre la imparcialidad de la elección desde hace meses al denunciar supuestos fraudes electorales tal como lo hicieron en 2020. Esta vez, el esfuerzo está mucho más organizado que el pequeño grupo marginal que impulsó la falsedad de que Trump ganó la elección anterior. Ese movimiento en 2024 ahora “es un ejército -organizado, ampliamente promovido y nutrido por una ideología que prevalece en las bases republicanas”, reportó el Washington Post. Un gran impulsor de este movimiento es el multimillonarios Elon Musk que ya estaba usando su plataforma cibernética X para denunciar supuestos fraudes.
Autoridades en Washington y alrededor del país también han expresado sus preocupaciones por amenazas de violencia en este día electoral y a lo largo de las próximas 11 semanas cuando un nuevo presidente/a tomará pposesión (se supone). Comercios en el centro de la capital colocaron escudos de madera sobre sus vitrinas en caso de violencia y se desplegó mayor seguridad policiaca alrededor de la Casa Blanca.
De hecho, se reportaron algunos incidentes aislados de violencia. Dos hombres fueron arrestados en Michigan por enviar amenazas de violencia en mensajes de redes sociales, según la policía, mientras un político electo local fue arrestado en Nueva York por irrumpir en una casilla. En Washington, un hombre fue detenido al intentar ingresar a edificios del Congreso con gasolina y encendedores.
También se han asomado algunos grupos paramilitares de ultraderecha. El Wall Street Journal reportó que varios integrantes de los Proud Boys, cuyos líderes estuvieron entre los condenados por intentar subvertir los resultados de la elección presidencial anterior el 6 de enero de 2021, se han estado reuniendo en cuartos de “chat” en Telegram para elaborar planes en caso de que las autoridades electorales declaren que Trump perdió.
Una cuenta en Telegram de los Proud Boys en Texas compartió un texto “alegando una conspiración demócrata para instalar a la vicepresidenta Kamala Harris como presidenta a raíz de ‘millones de boletas falsas’”, reportó el rotativo conservador, propiedad del multimillonario Rupert Murdoch. Una de las respuestas al mensaje comentó “entonces ¿les podemos disparar, verdad?”. El ex líder de la agrupación, Enrique Tarrio, está cumpliendo una condena de 22 años de prisión por sedición con relación al asalto al Capitolio hace casi cuatro años.
A la vez, ira -aunque no expresada con violencia- por la elección no solo proviene de la ultraderecha- aunque las autoridades han declarado que la mayor amenaza durante el proceso electoral proviene de “extremistas” de derecha. Líderes del movimiento pro-palestino Uncommitted que habían intentado presionar a Harris a que adoptara una posición más firme contra el genocidio por Israel en Gaza, caracterizó este día electoral como doloroso para aquellos votantes antiguerra “que se sintieron decepcionados por el partido [Demócrata]”.
“Mientras que nuestro movimiento rechaza una presidencia de Trump, el silencio a propósito de líderes del Partido Demócrata por los crímenes de guerra de Netanyahu ha dejado un vacío que Trump está explotando con mentiras peligrosas y fraude”, declararon Layla Elabed y Abbas Alawieh, cofundadores del movimiento Uncomiited.
Mientras tanto, ante una eleccion cuyos participantes, analistas, figuras políticas y culturales, expertos e intelectuales han proclamado como “existencial” con el futuro de la democracia estadunidense en juego, en las calles no se nota. Una larga caminata por la ciudad de Nueva York, desde el West Village hasta Wall Street, pasando por los planteles de universidades, edificios y plazas, no había nada que indicara -excepto en un par de escuelas que servían de casillas por con presencia muy discreta- que estaba sucediendo un evento político que determinará el futuro del país más poderoso del planeta. Ni una calcomanía, manta, camiseta, gorro, cartel y menos activistas animando la participación.
En esta elección nacional, también están en juego todos las 435 curules de la cámara baja y un tercio del Senado, pero no se esperan resultados finales para determinar cuál partido controlará cada cámara en el Congreso.