España regresa a la FIL Guadalajara «siendo otro país, con otro público»

La edición 38 de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara es una nueva manera de entender al invitado, España, que regresa 24 años después, siendo otro país, con una generación diferente de lectores, escritores y consumo cultural, y se encuentra con otro público mexicano. Así lo explicó Marisol Schulz Manaut, titular del encuentro editorial.

Muchos de los participantes en la FIL que se desarrollará del 30 de noviembre al 8 de diciembre próximos no habían nacido como escritores en 2000, dijo Schulz a La JornadaAhora tenemos una nueva generación y ya no digo de todo el público que llega a la FIL, que tiene un promedio de edad de 24 a 25 años. Para España, México es fundamental, culturalmente hablando, junto con toda América Latina.

Relató que las ediciones de la FIL con la Unión Europea, España y Barcelona como invitados fueron una coincidencia que “se dio casi de manera orgánica. Al final es una secuencia muy importante por lo siguiente: en el mundo de la industria editorial, España es el principal socio comercial para todos los editores.

“Cualquier editor español de nivel medio en adelante va a ir a la FIL siempre. Es una potencia literaria también. Hay mucho interés por los escritores españoles en toda América Latina. Como dijo Sergio Ramírez, quien puso el lema, ‘es un camino de ida y vuelta’”.

Para Schulz, aunque España es un país multilingüe, podemos decir que el español que hablamos es con el que podemos darnos a entender en 22 países de habla hispana y eso ya nos hermana, nos da un punto de partida distinto, más allá de ciertas idiosincrasias y aspectos culturales que compartimos.

El éxito de la FIL Guadalajara, más que en términos cuantitativos, se representa por la calidad de los contenidos, la diversidad y la satisfacción de la gente, por ejemplo, de los 200 mil niños que la visitan, quienes son felices y esperan durante todo el año regresar, aseguró Marisol Schulz.

Añadió que los menores desean volver a los espacios “donde pueden divertirse, aprender, se les promueve la lectura y otras manifestaciones culturales; los jóvenes no sólo escuchan literatura, sino temas que les pegan duro, como el suicidio y la muerte. Se trata de llevarle a la gente contenidos que les van a hacer reflexionar, que les moverán un poquito el piso. Eso es parte del éxito.

Para ella, es un enorme compromiso organizar la FIL, y justamente nuestra felicidad es ver la satisfacción de la gente. La manera como podemos medir que nuestro trabajo está bien hecho es al ver caras felices, niños contentos, que saturan los salones de presentación, los pasillos, ver los jueves y viernes de jóvenes, sin que haya manera de pasar entre todos estos chavos.

La editora recordó que la feria se renueva cada año, es distinta cada vez, con un invitado diferente, un programa diverso, porque tiene públicos también variados, aunque vayan las mismas personas, ya tienen otras edades. A lo que le apostamos es a la renovación.

Schulz Manaut comentó que ha cambiado el consumo cultural que tenemos y las formas de leer. Antes un escritor que triunfaba hace 24 años en España, si una editorial grande no apostaba por él y no había una distribución de su libro en América Latina, era inexistente para nosotros. Hoy, a través de las redes sociales y muchas plataformas, uno quiere enterarse de lo que se produce en Ecuador, ya no digas en España, y te enteras de inmediato. Eso era impensable hace 24 años. Ha revolucionado.

Reconoció que conviven distintas formas de lectura, “hay gente que lee en formato digital pero luego regresa al medio impreso. El mundo digital ha irrumpido, sobre todo, en cierto tipo de impresos más que en el libro. Veo que muy poca gente hoy en día consulta una enciclopedia, un diccionario o un manual. Eso ya se ve de manera digital. Sin embargo, el libro impreso sigue teniendo una presencia contundente.

Hay una coexistencia que me parece que va a continuar. La pandemia en algunos países hizo que la gente pudiera volver a lo electrónico, pero en México no tanto. Es una población en la que no todo el mundo tiene acceso a una tableta, a una tarjeta de crédito para comprar libros vía electrónica. Nuestra circunstancia es otra y el libro impreso sigue teniendo vigencia.

El encuentro, continuó la promotora cultural, se vincula de forma estrecha con la industria editorial. Son fundamentales las alianzas y trabajamos de la mano de los editores y nos presentan cuáles van a ser sus lanzamientos, sus novedades; apuestan por algunos autores y es esencial, porque de otra manera el presupuesto de la feria no alcanzaría para tener a más de 800 escritores. Se vuelve el gran festival literario en español gracias al apoyo de muchos sellos.

Schulz hizo énfasis en el interés de seguir apoyando el español, nuestra lengua mayoritaria, sin menoscabo de las otras lenguas que se hablan tanto en México como en América. En Cataluña, España, la gente habla catalán todo el tiempo. Lo mismo pasa con el gallego, el asturiano y el valenciano. Esa coexistencia y diversidad lingüística es lo que España quiere reflejar. En el caso de la FIL Guadalajara, no solamente apostamos por las lenguas que se hablan en esa nación: tenemos presentes autores de 47 lenguas.

Algunos de los más de 850 escritores de 43 países en el programa de la FIL Guadalajara son el premio Nobel de Literatura Abdulrazak Gurnah; los narradores László Krasznahorkai, Mia Couto, Sergio Ramírez, María Dueñas, Irene Vallejo, Gioconda Belli y Javier Cercas; los poetas Luis García Montero y Nouri Al-Jarrah; la crítica literaria Ioana Pârvulescu, y el novelista Luis Mateo Díez. También se efectuarán más de 620 presentaciones de libros.

Se esperan más de 800 mil asistentes a las más de 3 mil actividades literarias, académicas, artísticas, profesionales, juveniles e infantiles organizadas este año.