Por Ricardo Sánchez García
Con la toma de protesta a la Giovanna Itzel Argüelles Moreno como presidenta para los próximos cuatro años al frente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, se consuma otro zarpazo de quien pretende ser plenipotenciario, el gobernador Ricardo Gallardo Cardona, que, a decir de funcionarios públicos en todos los rincones de organismos, instituciones y oficinas, dicen, quiere apoderarse de todos espacios de decisión.
Para quienes en el Congreso local de San Luis Potosí, al conteo de los votos por quien hizo papel de escrutadora, le siguió de forma inmediata un silencio desolador, lleno de impotencia y quizá de indebida resignación. Pero inmediatamente después las mujeres cuidadoras y personas activistas, defensores de derechos humanos, pudimos manifestar nuestra inconformidad.
El plan estratégico del Gobernador Ricardo Gallardo Cardona, ejecutado por su testaferro en el Congreso, el diputado Héctor Serrano Cortés, se le salió de control, porque habían calculado que el hecho pasara desapercibido y que nadie, ningún medio, ni red social, diera cuenta de la resolución acordada en clara contubernio con las y los diputados del Partido Acción Nacional, del Partido del Trabajo, del PRI y Movimiento Ciudadano.
Las diputadas y diputados del Verde Ecologista en San Luis Potosí han sido ya tachados de traidores a la voluntad popular. Está claro que no responden a los intereses de la ciudadanía. La soberbia les impide palpar el poder del pueblo y se les olvida que, si están en el poder, es porque Gallardo Cardona usó la marca “#4T” como caballo de troya, para escalonar su estrategia electoral y con ello, resguardarse en la impunidad.
Pero no, no cuentan con el respaldo ciudadano. Las diputadas y diputados del Verde Ecologista no tienen arraigo, simpatía ni reconocimiento en la sociedad potosina. Pero esto no lo entenderán hasta que vengan las siguientes elecciones.
Las diputadas del partido MORENA, mostraron una clara preferencia por uno de los contendientes, que por su claro posicionamiento, les esboza un poco de dignidad; exceptuando al presidente del Congreso local, Cuauhtli Fernando Badillo Moreno, quien desde hace años le sirve al gobernador Ricardo Gallardo Cardona, subordinándose a los intereses del ejecutivo. A Badillo le pedimos con claridad, “…quítate la máscara de MORENA y usa tu verdadero rostro, del Verde Ecologista”.
El grave retroceso que hay en tema de Derechos Humanos en nuestro estado es claro y evidente. Pero no basta con denunciarlo públicamente, tampoco es suficiente acusar al gobernador por su intentona de poder Soberano absolutista.
Es necesario continuar con la organización social. Denunciar abusos y algo importante, brincar el cerco mediático, para que nuestra voz sea escuchada más allá de las fronteras potosinas.
Pero nada está concluido totalmente, hay criterios para impugnar el proceso de selección de la persona titular y evidenciar ante autoridades federales, las inconsistencias que el presidente del Congreso local, Badillo Moreno, permitió, promovió y difundió con una total incongruencia y falta de responsabilidad personal.
Es cuánto.
Ricardo Sánchez García.
Centro de Derechos Humanos Samuel Ruiz A.C.
