INDÍGENAS TÉNEK Y NÁHUAT EXIGEN QUE LA PERSONA QUE DEBE ESTAR FRENTE AL INPI-SLP
DEBE DE SER INDÍGENA Y NO UN USURPADOR.
Son las 6 de la tarde del 4 de abril del año de la mujer indígena, los consejeros indígenas llegan al INPI de Tancanhuitz acompañados de por lo menos 70 almas, porque en costumbre querían atestiguar que sus representantes sostuvieran su palabra ante el representante del gobierno de no aceptar imposición alguna de una persona que en el fondo pretende usurpar su identidad y un cargo para el que, en poco, ha demostrado ser incapaz de asumir.
Llegan personas incluso en silla de ruedas, bastón o caminando larga distancia desde municipios del sur de la huasteca náhuatl y principalmente de la parte centro y sierra de los tének.
Ahí en las oficinas del gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo, espera un integrante del directorio del Lic. Adelfo Regino Montes, director general del organismo encargado de la política indigenista, porque exigieron a México ser escuchadas sus razones, aunque la gente de razón haga oído sordo a sus quejas. No hay electricidad en las instalaciones, deciden sesionar en el patio por que el calor tropical está de fiesta. Improvisan un recuadro con autoridades y los del gobierno.
Era como retroceder en el tiempo de las encomiendas, venia el enviado del virrey para oír a los macehuales en sus quejas contra el señor que los insultaba con sus ultrajes. Tal parece que ante la carta que enviaron a la presidenta de México, decidieron enviar a alguien para ver qué aquejaba.
Para variar el cuestionado Godoy gran señor de los embustes, llegó tarde, la cita era a las 6 y su persona arribó tarde, 6:30 como si no le interesara la sesión, no alcanzo a saludar ni presentarse.
Sabe que no es aceptado, pues en la reunión tumultuaria del 30 de marzo fue totalmente repudiado por autoridades indígenas convocadas por los nuevos pri-vilegiados de la secretaria de Bienestar.
Está vez los consejeros leen un extenso documento dirigido al director general Adelfo Regino Montes en el que destacan; No estar de acuerdo que se imponga una persona como representante o delegado o director de la oficina principal del estado usando su influencia o mediante acto de nepotismo, puesto que su hermana ahora está en la consejería jurídica de la respetada dra. Sheinbaum. Los indígenas están preocupados porque la presidenta ha sido muy firme en oponerse a estas prácticas y no admiten que un hermano de su abogada use esa presencia para desplazar a quien si trabajaba y era indígena., insisten en que hay personas indígenas con capacidad para asumir tal responsabilidad y el director del INPI debe apegarse al criterio de que la persona que debe estar en el cargo debe ser indígena. pues se tiene que respetar el derecho.
Cuestionan la falsa autoadscripción del señor de los embustes, pues en 2018 se decía afromexicano y en 2025 se identifica falsamente como rarámuri. No ven con buenos ojos el que se usurpe la identidad y prefieren mejor a uno de su tierra y de su lengua, así como que viva la comunidad.
Agregan que el INPI no debe ser sujeto a prebendas o favores de carácter político, pues no se deben politizar los programas dirigidos a los pueblos y comunidades indígenas, puesto que el señor viene de ser secretario de organización de un partido.
Enfatizaron que la persona que se pretende imponer, no está actualizado en la temática indígena y que su visión se identifica con el indigenismo de lo que fue el INI y CDI, pero que ahora como INPI, él no tiene idea de que significa el reconocimiento constitucional como sujetos de derechos público, y el se refiere a los indígenas como sujetos de interés público. Esa visión podrá ser perjudicial en tanto imponga su torcido criterio en contra de la toma decisiones indígenas, cuando ahora son sujetos con derechos y responsabilidades con autonomía y libre determinación.
Entre diversas exigencias que solicitan los quejosos, destacan:
- Se les brinden las medidas precautorias para proteger su integridad y trabajo de representación indígena. pues ahora se sienten amenazados.
- Tome en cuenta lo expuesto en relación a la persona que pretende imponer y se le considere conforme a derecho en las determinaciones para implementar medidas administrativas que implican una afectación a sus derechos. Tales como cambios de directivos del INPI en el estado y solicitándole que por el momento no se realicen cambios en la Oficina de Representación del INPI en SLP para no perjudicar la agenda indígena.
- Solicitan ser recibidos por la secretaria de Bienestar y por el director nacional Adelfo Regino Montes a la brevedad en un plazo no mayor de 10 días.
El enviado del INPI, cansado y con hastío, finalmente toma la palabra y con rigor señala que a sus oídas el gran señor de los embustes es el nuevo mandamás en el estado. Los consejeros le cuestionan que él no cuenta con facultades para hacer designación alguna, que la ley y costumbre tienen que ser respetadas, sino para que se consulta y se promulga, sino se aplica.
Voces náhuatl y tének abren la noche protestando y exigiendo respeto y no imposición. El sol se ha ido y la noche cae como las palabras de las autoridades indígenas que no se dejan someter por el enviado, el cual se comporta como un visitador virreinal y hasta se dice decepcionado de la falta de obediencia a los dictados del director general que atiende más en sus tierras en Oaxaca, que en otros lares. Le recriminan al enviado -visitador que el director Adelfo Regino, en 6 años no se ha dignado pisar tierras huastecas, porque él sabe que ofendió con sus pretensiones de imponer en 2018 al mismo señor de los embustes y hoy en 2025, insiste en imponerlo como si fuese un acto venganza por haberse opuesto los indígenas tenek y náhuat de la huasteca.
Pero ellos se sostienen. El reclamo sube de tono y dicen; ¡No a la imposición del señor de los embustes! Este último, desesperado, intenta alzar su voz, pero los macehuales y Tenek, se levantan de sus bancas y le dan la espalda. Le dicen al enviado-visitador que esperan la respuesta del director nacional o sonaran las campanas.
Así, las figuras de las autoridades se van fundiendo en la noche, mientras el señor de los embustes es acogido por su sequito de lacayos sindicalistas que le consuelan en el fracaso.
Parecen tiempos coloniales, los que aquí describo, sin embargo, es el presente y no es una novela; es la realidad. Pese a todo los indigenas se resisten a ser sometidos, pues saben que, si ceden, sus tesoros del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS) y otros serán saqueados.
A las autoridades del INPI les ofende el comportamiento consciente, autónomo y libre de las personas indígenas, les da miedo que piensen y actúen por convicción de conformidad a sus derechos humanos y colectivos. Juan Felipe Cisneros Sánchez