Ataviarse de charro es como un ritual en el que se tienen que precisar detalles. Es decir, “que estén bien sus botones, que se esté muy aseado, lo más impecable posible para dar buena imagen; para que se pueda admirar no sólo al artista, sino a la prenda, que es un emblema nacional, y yo trato de portarla con orgullo. Me fascina estar vestido de charro porque es una manera de expresar mi amor a nuestro país… un grano de arena de algo bueno”.
Este atuendo, para Fernando Cravioto es un compromiso, algo que disfruto
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El cantante lleva 34 años de interpretar a los mejores compositores nacionales de ese género, para lo cual tuvo un extraordinario maestro, su padre, Humberto Cravioto, cantante de ópera que decidió dar un giro e intepretar toda la música mexicana con mariachi.
De niño se acercaba a los ensayos de ópera de su papá. “Eso era lo que yo escuchaba y aprendí de pequeño, pero como también grabó discos con mariachi, tuvo mucha influencia en mí, además de que vi películas como Dos tipos de cuidado”.
Comparte que algunos de los primeros consejos que le dio Humberto fue que nunca perdiera el piso, que fuera sencillo y cordial con los demás. De pronto hay artistas a los que no te les puedes ni acercar
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Con María de Lourdes
Comenzó su trayectoria en 1990. Ese año recorrió todas las delegaciones –hoy alcaldías– de la Ciudad de México ofreciendo conciertos. Formó parte del grupo impulsor de la música tradicional mexicana que encabezó María de Lourdes. Decidió dejarlo por el interés de destacar como solista y recorrió parte del país en teatros, palenques, restaurantes y ferias. Grabó su primer disco con el compositor moreliano José Misael. Actualmente tiene 16 álbumes, los cuales ha promovido en Centroamérica y Estados Unidos.
Defensor del género, acepta que la industria de la música, tristemente, lo hace cada vez más a un lado. Lo que tratamos de hacer quienes nos dedicamos a este género es mantenerlo presente, vivo; seguir ofreciéndolo a las nuevas generaciones
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Cravioto presentará el concierto Que vivan las mujeres, homenaje al amor, a la vida
, en el que, con acompañamiento de mariachi, se escucharán piezas de amor hacia el género femenino: Tres regalos, Cien años, Cielo rojo, Hermoso cariño, Amor eterno, Mujeres divinas y Que vivan las mujeres, entre otras.
Considera importante hacer este tipo de shows con mariachi, porque hablamos de grandes compositores mexicanos que nos han dejado, con sus canciones, esa belleza perenne
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–¿El género vernáculo ha sido hecho a un lado por los más comerciales, como el urbano?
–Para triunfar, los géneros actuales requieren el uso de letras explícitas hacia el sexo; por eso, tenemos que retomar el romanticismo, las letras que hablan del amor hacia la mujer que valora los detalles del buen trato.
–¿Qué te impulsa a seguir siendo cantante vernáculo?
–Es el género que me ha movido desde hace 34 años. He visto muchos cambios. pero lo que me inspira es la aceptación, que aún haya a quienes les gusta; de cantar, además de con técnica, con amor, y lo mejor es tener esa transmisión y poder compartirla con el público.
Un poco de machismo
–¿Recuerdas algún consejo de tu mamá?
–Aunque de pronto sí me tocó el chancletazo merecido por hacer algo, ella me dio muchos consejos, como que a la mujer no se le toca, no se le maltrata; al contrario, como dice Martín Urieta no hay que entenderla, hay que quererla
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–Pero el género tiene mucho de masculino…
–Sí, pero las dedicatorias de la lírica son hacia ellas. Sí existe cierto ese aspecto machista, pero más un romanticismo que las alaba todo el tiempo. Es como la pieza (que se hizo polémica), también de Martín Urieta. que habla de matar a una mujer, pero en sentido figurado. La malinterpretaron.
Fernando Cravioto promete una velada única y plena de románticismo en Caruso Concert Hall, sala ubicada en la plaza comercial Punto Maq, en Miguel Ángel de Quevedo mil 144. La cita es el 15 de junio a las 9 de la noche.