Ciudad de México. Brasil tiene el prestigio de ser un pentacampeón del mundo. Da igual cómo llegue a las instancias finales de un torneo, si juega con tres o más delanteros o prefiere defenderse en su área; en cualquier circunstancia, es el rival a vencer para cualquiera. Colombia estuvo cerca de hacerlo ayer en la Copa América. Compitió, se hizo fuerte y generó las mejores oportunidades de gol, pero la Canarinha consiguió aferrarse al empate 1-1 con tan sólo destellos de su calidad.
En el partido que definió al líder del Grupo D en Santa Clara, California, la Verdeamarela trasladó su jerarquía al campo de juego sólo por momentos. Esta vez no hubo una noche festiva ni ritmo de samba. No se juzgó con severidad su falta de coordinación, pero sí quedó en evidencia que su principal bastión son las individualidades. El gol de Raphinha a los 12 minutos sirvió de prueba.
Justo cuando más apremiaba el ataque cafetero, el delantero del Barcelona envió un zurdazo de ti-ro libre al ángulo superior izquierdo de la portería de Camilo Vargas para hacer el 1-0. Brasil encontró con ello un cambio de marcha en su nivel de juego, una válvula de escape para las ideas elaboradas en conjunto por Colombia.
En una comparativa por cada renglón de media cancha hacia adelante, James Rodríguez fue más que Vinicius Júnior, lo mismo que el delantero Jhon Córdoba sobre Rodrygo. Pero el marcador no hizo justicia, sino hasta el final del primer tiempo.
Tras una jugada que nació de una barrida cerca del medio campo, Córdoba –ex futbolista de los extintos Jaguares de Chiapas en la Liga Mx– giró sobre la media luna y habilitó con un pase al lateral del Crystal Palace, Daniel Muñoz, para igualar los cartones en un mano a mano con el portero Alisson Becker (45+2).
La alegría de los colombianos pudo ser todavía mayor, pero el árbitro venezolano Jesús Valenzuela invalidó minutos antes un tanto de Davinson Sánchez, mediante el VAR, luego de una presunta posición adelantada.
Preocupado por no ver al Brasil que su afición acostumbra, el técnico Dorival Júnior buscó respuestas en su banco de suplentes. Aunque mejoró en el inicio del complemento, esto no hizo más que crecer el ánimo de su rival. De la mano de un brillante James Rodríguez, los ataques de Luis Fernando Díaz y Córdoba, remplazado después por Rafael Santos Borré, tuvieron mayor claridad que los pocos organizados por la Canarinha.
La más clara pasó por los pies de Santos Borré, quien fue habilitado con un centro de Díaz por la banda izquierda y, al momento de definir, voló su disparo pese a tener la portería abierta. Todos en el plantel de Brasil respiraron profundo. Aunque estaba en juego el liderato de grupo, Vinicius y compañía renunciaron a él en la recta final del encuentro.
Colombia terminó al frente con siete puntos y enfrentará en cuartos de final a Panamá, mientras el pentacampeón, sin baile ni fiesta, quedó en segundo sitio (cinco) para medirse con Uruguay. Las otras series son Argentina-Ecuador y Venezuela-Canadá.
En Austin, Costa Rica se despidió del torneo con una victoria por 2-1 sobre Paraguay, ubicándose en el tercer lugar (cuatro unidades), detrás de Brasil. Francisco Calvo y Josimar Alcócer hicieron los goles ticos. Ramón Sosa recortó por la Albirroja.