Qué le dejó la 4T al magisterio. Columna de Sócrates García

Opinión de Sócrates García.

Correo electrónico. socrates.garca@yahoo.com 

La educación, casi, en todos los proyectos políticos ha ocupado un lugar relevante en las campañas de los candidatos a ocupar algún cargo electoral, por lo tanto, se hacen múltiples promesas en torno a mejorar la infraestructura, dotarla de mejores materiales y métodos educativos, así como de transformar las condiciones laborales y salariales del profesorado.

Así se prefiguró durante la campaña presidencial de 2018, que finalmente llevaría a la presidencia de la Republica al Lic. Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien se comprometió a que las circunstancias privativas durante el sexenio de Enrique Peña Nieto (EPN) cambiarían radicalmente. Ciertamente la citada administración emprendió una letal campaña en contra de los integrantes del Sistema Educativo Nacional, la Reforma Educativa impulsada por ese gobierno, con el apoyo descarado de varias ONG, muy señaladamente Mexicanos Primero, se encargaron de desprestigiar al magisterio nacional en todos sus ámbitos, lo cual se consolidó con el proceso de evaluación a los docentes, instrumento que permitió despojar de sus plazas a un sinnúmero de trabajadores de la educación, vulnerando sus derechos adquiridos por años de servicio.

El contexto de las evaluaciones fue enrarecido por un entorno de militarización. Los medios de comunicación televisión, radio, cine, redes sociales destruyeron el poco prestigio profesional que ostentaban las y los educadores de México, al final de ese sexenio, me atrevo afirmar que el Magisterio estaba casi derrotado. Para saber más al respecto se puede consultar un texto de Espinosa (2017) titulado “Lecciones desde la Historia para la reforma educativa de 2013” en Moreno Bonett et al. (2017).         

El resentimiento acumulado en el magisterio contra las medidas de EPN ocasionó que innumerables voluntades, desde el más humilde trabajador de mantenimiento hasta el más encumbrado dirigente institucional o sindical volcaran sus simpatías y votos para MORENA, lo cual se reflejó en los resultados electorales, y en lo mítines del candidato AMLO fue muy recurrente encontrar grandes contingentes de maestras y maestros apoyando la esperanzadora frase de ¡va a caer, va caer, la reforma educativa va a caer! En esta tonada se unieron inmensas voluntades del sector educativo, con la única expectativa de que el candidato cumpliera su palabra de revocar los cambios en la legislación educativa de 2013.

El Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de los artículos 3o., 31 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia educativa, que abrogó la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y la Ley General del Servicio Profesional Docente, así como la promulgación de Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros y la Ley General de Educación (3/sep/2019) fueron las respuestas casi inmediatas que congratularon al magisterio nacional con el Presidente AMLO y su administración.

Bajo estas medidas se fue configurando un nuevo pacto de convivencia política entre el poder ejecutivo, Morena y el SNTE. El sindicato estaba decidido a colocar en el centro de las demandas profesionales, salariales y sociales los intereses legítimos de sus agremiados, eligió la participación democrática y con el uso de la Tecnologías de la Información se pudieron incorporar exigencias de la base mediante consultas dirigidas directamente a los trabajadores, donde intervinieron maestras y maestros frente a grupo, subdirectores, subdirectoras, directoras y directores, supervisoras y supervisores, jefes y jefas de sector y de departamento, personal comisionado de todos los niveles educativos del personal que representa el SNTE. Esto que se dicen en unas cuantas líneas, se convirtió una labor titánica, pues implica el hecho de conjuntar voluntades de más de un millón de representados. Simplemente en la Consulta Nacional para integrar el Pliego Nacional de Demandas de 2023 participaron 1 405 334 trabajadores de la educación, de 55 secciones sindicales distribuidas en las 32 entidades federativas.

Durante el sexenio de AMLO la política salarial a favor del Magisterio quedó consolidada en las siguientes cifras; 2019, 4.45%; 2020, 5.2%; 2021, 3.9%; 2022, 4.5%; 2023, 6% y 2024, 10.80%[1]. En términos generales los incrementos suman 34.85% con un promedio anual de 5.8% que es ligeramente superior al promedio anual de la inflación, la cual según el portal Statista ronda el 5.03%[2].

Además, enlisto una serie de acciones afirmativas a favor de la escuela pública, del sindicalismo y del magisterio nacional, con las cuales cientos de docentes simpatizaron y que serían las siguientes:

1.- La defensa de la educación y la escuela pública; 2.- El impulso de la políticas de equidad para nuestros alumnos y sus familias; 3.- El trato respetuoso, aprecio y cariño al magisterio; 4.- La dignificación y revalorización social de la tarea docente; 5.- El mejoramiento de las condiciones de vida del magisterio, a través de incrementos salariales por encima de la inflación; 6.- El establecimiento de un ingreso mensual piso para los trabajadores de la educación; 7.- La reducción de las comisiones que cobran las AFORES a los trabajadores; 8.- La certeza laboral para casi un millón de trabajadores de la educación que recibieron su basificación y 9.- El respeto a la autonomía, unidad y libertad de nuestra organización sindical (El Universal, 1/sep/2024, p. A5).

Así, mediante un nuevo acuerdo entre el Magisterio, el SNTE y el Poder Ejecutivo Federal se forjó un nuevo tipo de relación, el ejecutivo federal dejó de ver en las maestras y maestros a sus enemigos, y en el SNTE el agente de colocación de plazas. Se restableció el respeto, la dignidad y la revalorización hacia los trabajadores de la educación, pasando también la organización sindical a ser tratada y vista como la representante legítima, legal e interlocutora válida de las maestras y profesores de México.

Esto que ha sucedido durante seis años con la federación, los docentes anhelan que se trasladen a las entidades federativas con los gobernadores en turno, pues hay varios que parecieran émulos de la política del Peñanietismo, o sea destruir los sistemas educativos estatales mediante el alargamiento de pagos de los incrementos salariales, reducción de recursos humanos en las escuelas, negativa a reponer y o pagar los diversos interinatos que se generan, vulneración a los sistemas de pensiones y jubilaciones, reducción del esquema de prestaciones y un largo etcétera.

¿Qué como quieren los trabajadores de la educación que los traten los gobiernos? con respeto y dignidad, no piden ceremonias de oropel, solo lo justo, ni deferencias ostentosas, solo reconocimiento y humildad, como lo hizo el Premio Nobel Albert Camus (1957) en una carta dirigida a su maestro:

[…]No es que dé demasiada importancia a un honor de este tipo. Pero ofrece por lo menos la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y de corroborarle que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que usted puso en ello continúan siempre vivos en uno de sus pequeños escolares, que, pese a los años, no ha dejado de ser su alumno agradecido.”

A eso es lo que aspira el magisterio, a que sus exalumnos, padres de familia y gobernantes sean agradecidos, no por obligación, sino por educar a lo más delicado que tiene una nación sus niñas, niños, adolescentes, y jóvenes, y la forma más digna de hacerlo es pagándoles sus salarios a tiempo, respetándoles sus prestaciones y dotando de recursos humanos necesarios a las escuelas, porque los cotidiano tiene que ser una hazaña y quienes las han escrito son las y los docentes de México.     San Luis Potosí, S.L.P. 16 de septiembre 2024.                     


[1]Se pueden consultar los pliegos de demanda y las respuestas en el sitio web de la SEP en la sección de transparencia focalizada. 

[2] https://es.statista.com/estadisticas/608330/tasa-de-inflacion-mexico/ Consultado 16/09/2024.