La fuerza aérea de Turquía atacó objetivos militantes kurdos en Irak y Siria el miércoles en aparente represalia por un ataque a una importante empresa de defensa estatal que mató a cinco personas e hirió a más de una docena.
El Ministerio de Defensa dijo que más de 30 objetivos fueron “destruidos” en la ofensiva aérea, sin proporcionar detalles sobre los lugares alcanzados.
El ataque se produjo horas después de que presuntos militantes kurdos detonaran explosivos y abrieran fuego contra la empresa aeroespacial y de defensa TUSAS. Los dos atacantes, un hombre y una mujer, también murieron, dijo el ministro del Interior, Ali Yerlikaya.
Yerlikaya dijo que se creía que el responsable del ataque a la empresa de defensa era el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). El ministro de Defensa, Yasar Guler, también apuntó al PKK.
“A estos canallas del PKK les damos siempre el castigo que merecen, pero nunca vuelven a la normalidad”, afirmó Guler. “Los perseguiremos hasta eliminar al último terrorista”.
“Condeno este atroz ataque”, dijo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, durante una reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin, al margen de una reunión de los BRICS en Rusia.
Putin expresó sus condolencias. Un comunicado de la embajada de Estados Unidos dijo que Washington “condena enérgicamente el ataque ‘terrorista’ de hoy”.
TUSAS diseña, fabrica y ensambla aeronaves civiles y militares, vehículos aéreos no tripulados y otros sistemas espaciales y de defensa. Sus vehículos aéreos no tripulados han sido fundamentales para que Turquía gane ventaja en su lucha contra los militantes kurdos tanto en su propio territorio como al otro lado de la frontera con Irak.
El ataque ocurrió un día después de que el líder del partido nacionalista de extrema derecha de Turquía, aliado de Erdogan, planteara la posibilidad de que al líder encarcelado del PKK se le pudiera conceder la libertad condicional si renuncia a la violencia y disuelve su organización.
El vicepresidente Cevdet Yilmaz dijo que el objetivo del ataque era el “éxito de Turquía en la industria de defensa”.
La embajada iraquí en Ankara emitió un comunicado condenando el ataque. Afirmó que la embajada “afirma la firme posición de Irak en su rechazo al terrorismo y al extremismo en todas sus formas y manifestaciones, y expresa la solidaridad del gobierno y el pueblo iraquíes con el gobierno y el pueblo de la República de Turquía”. A principios de este año, Irak anunció la prohibición del PKK.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que las Naciones Unidas “se solidarizan” con el pueblo y el gobierno de Turquía, según el portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq.
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, también denunció el ataque: “Nuestros pensamientos y nuestras más sinceras condolencias están con las familias de las víctimas”, dijo en X.