En el beisbol, el 34 tiene un significado histórico, es el número que portaba en la camiseta el mexicano Fernando Toro Valenzuela cada vez que subía a la lomita y doblegaba a los rivales con la controversial y alucinante técnica de tirabuzón. Ahora, los Dodgers de Los Ángeles le rendirán homenaje al sonorense antes del comienzo de la Serie Mundial ante los Yanquis de Nueva York, al retomar el valor de esa cifra emblemática que remonta a la Fernandomanía.
Los jugadores de los Dodgers portarán durante el Clásico de Otoño en sus uniformes un parche con ese número 34 en honor a Valenzuela, estrella histórica de las Grandes Ligas del Beisbol (MLB) y quien falleció el martes a los 63 años de edad.
El emblema circular estará en las mangas de las camisetas con un contorno blanco, rodeado de un fondo negro y un contor-no azul. El nombre Fernando
quedará estampado en letras mayúsculas blancas sobre el número del mítico jugador.
Valenzuela salió de la localidad de Etchohuaquila, Sonora, para convertirse en el mejor lanzador mexicano en las Grandes Ligas con la franela de los Dodgers. Con apenas 20 años de edad, sorprendió al guiar al equipo para ganar la Serie Mundial de 1981 al derrotar a los de Nueva York.
Fue entonces cuando el pelotero mexicano, quien había llegado un año antes como un total desconocido, se convirtió en ídolo y desató la llamada Fernandomanía al ganar los premios al novato del año y el Cy Young de la Liga Nacional.
Además, fue seis veces seleccionado al Juego de Estrellas y sumó un segundo cetro de la Serie Mundial en 1988, una temporada en la cual sólo logró ganar cinco juegos debido a una lesión, pero ya era un elemento consolidado.
El lazo de Valenzuela con la franquicia angelina perduró incluso tras su retiro, cuando aceptó experimentar en una nueva posición fuera del campo, siendo comentarista del equipo desde 2003 hasta apenas hace unas semanas, cuando su estado de salud comenzó a deteriorarse.
Tal valor llegó a tener El Toro Valenzuela para los Dodgers, que la novena retiró en agosto de 2023 el emblemático número 34 del róster actual en reconocimiento a las hazañas del mexicano.
Ahora, ese dorsal regresará a las camisetas del equipo y de nue-va cuenta será para evocar el legado deportivo de Valenzuela, quien atrajo a miles de aficionados tanto estadunidenses, mexicanos como de otras nacionalidades por su potencial de lanzador.
Nostalgia en la despedida del amigo
Fernando Valenzuela era mi amigo, lo sentía como un hermano mayor, era un jugador increíble. Fue una persona muy importante para mí. Ahora lo extraño
, dijo el estadunidense Dave Roberts, mánager de los Dodgers, en un español que si bien sonaba atropellado también transmitía un sentimiento de nostalgia y admiración por el mexicano.
El halo de la Fernandomanía se extiende a nueva generaciones y jugadores con quienes incluso el propio Valenzuela podría haber tenido ahora una rivalidad deportiva.
“Lanzó cuando yo aún no había nacido, pero era uno de los pitchers con mayor historia; puso los cimientos para muchos latinos en la organización y en el mundo del beisbol, es triste que falleciera, pero estamos contentos por su carrera, lo recordaremos con muchos ánimos”, expresó el venezolano Gleyber Torres, integrante de los Yanquis, que enfrentarán a partir de este viernes a los Dodgers.
En las calles californianas también pareciera resurgir esa euforia por las proezas de Valenzuela con nuevas obras urbanas, reconocimiento clásico para los ídolos del deporte.
Como muestra de esa admiración, los artistas gráficos locales Louie Palestino y Efraín Esparza plasmaron en North Hollywood un mural con el rostro de Valenzuela y su gorra de la franquicia de Los Ángeles. La obra se suma a la que también realiza Robert Vargas, artista de ascendencia mexicana, en el barrio de Boyle Heights, el cual se encuentra cerca del Dodger Stadium.
El resurgimiento de la Fernandomanía alcanzará su climax hoy en el comienzo de la Serie Mundial cuando los Dodgers, guiados ahora por el astro japonés Shohei Ohtani, reciban a los Yanquis. Un episodio que de manera inevitable pone en el escenario el nombre histórico de Fernando Valenzuela.