René Solís invita a reflexionar sobre el pasado, presente y futuro de la edición

Los retos de la industria editorial mexicana son cuatro: hacer buenos libros, distribuirlos bien, profundizar en el conocimiento del lector y promover la difusión de las obras, consideró René Solís, figura legendaria del mundo de las letras y autor de Entre libros y editores. Memorias, publicado por Tusquets.

Solís, una figura clave en el mundo editorial mexicano, desempeñó un papel protagónico entre 1974 y 2002 al abrir canales de comercialización que continúan marcando pauta en el mercado de este país. Fue director de Grupo Planeta México (1996-2002) y dirigió por dos décadas la empresa Promexa, que comercializó miles de ejemplares en un momento en que la distribución era uno de los mayores retos del sector.

En su publicación, estructurada en 10 apartados desplegados en 197 páginas, Solís recupera los esfuerzos por acercar las letras al público en una época en la que los libros no estaban disponibles en Internet y las librerías eran escasas. Entre sus estrategias destacó la venta mediante pedidos telefónicos y en tiendas de autoservicio, lo que transformó la manera de obtener las obras literarias.

No es un manual ni un instructivo, simplemente es un testimonio personal de una época muy específica, explicó Solís.

En su casa, en Coyoacán, rodeado por tomos en inglés y francés, muchos de ellos heredados de su madre, compartió que su propósito al escribir esta obra fue repensar sobre su quehacer como editor y transmitir su experiencia a quienes tienen interés o vocación por la industria.

El texto también describe las relaciones que Solís tejió con escritores como Carlos Monsivais, José Emilio Pacheco, Jorge Ibargüengoitia, Juan José Arreola y Octavio Paz. Uno de los casos más especiales para él fue el de Eladia González, cuya primera novela Quién como Dios se convirtió en un éxito inesperado. Asimismo, recuerda su conexión con Kathryn S. Blair y su obra A la sombra del Ángel, inspirada en la vida de Antonieta Rivas Mercado.