Cristian Castro ha estado en el ojo público a lo largo de los años por ser un verdadero camaleón. Hemos sido testigos de atrevidos cambios en su look y hasta en su música, especialmente ahora que debutó en el género del metal.
Cristian Castro se burla de sí mismo y dice que se ve como una señora
Cristian Castro, quien suele brillar por su personalidad extravagante, ha experimentado con diferentes looks y estilos.
En una entrevista para el canal de Youtube Caja Negra, Castro, de 48 años, no dudó en hablar sobre las críticas que genera su atrevimiento: «Mi tía me dice ‘Por favor, tienes que enflacar te pido que dejes de comer harinas, se te está cayendo la papada y tienes esta panza y ¿qué vas a hacer ahora?’, Y digo ‘¿Realmente es tan alarmante esto?’”, comentó el cantante.
Asimismo, recalcó que lo más importante es estar a gusto, más allá de las apariencias: “Traen como una alarma ahí tremenda, yo creo que no es para tanto, tenemos que estar a gusto. No puedo estar haciéndome el guapo en todo momento», dijo entre risas.
Es por ello que incluso se burló de su apariencia y no deja de lado que la edad influye mucho en el físico: «Los varones nos empezamos a ver estilo señora, de verdad, yo de pronto me veo al espejo y digo ‘Soy una señora’, ni si quiera soy un señor, soy una señora, quizás a las mujeres les pasa al revés. A los 15 años, como sea, te ves guapo», dijo divertido.
Cristian Castro asegura que se siente cómodo con la edad
El cantante también habló sobre la edad, con la cual se siente bastante cómodo y confiado: «Empiezas a crecer y te empiezas a ver como tu tía y punto, todos los varones nos empezamos a ver como una tía. Te empiezas a ver como tu maestra, como una señora».
Cristian también dejó en claro que no le importa si lo consideran ridículo o decadente y que disfruta de la etapa en la que puede ser auténtico y sobre todo fiel a sí mismo: «Lo que me pongo, si es ridículo, si no actúo bien, si el pelo es una locura, si explotó el pelo, si se tiñó el pelo horrible, me parece que no me toca en mi sistema, todo me lo regalo yo. Me gusta mucho esta etapa en donde puedo sentirme ‘loser’, perdedor, ridículo, decadente, fuera de contexto y no tener que luchar por ser ‘cool'».